Para la única mujer que amé… y jamás conocí
Llevabas brillo en los labios. Un cintillo rojo, delgadito, que capturaba tu caballera negra y la apresaba para que no cometiera el pecado d
Si me pides una razon
Si me pides una razón por la cual te amo, no puedo dártela. Una sola es muy poca,